Comenzamos poniendo a precalentar el horno a 175ºC. 

Mientras, cogemos las tortillas de maíz y las cortamos en 8 porciones, como si de una pizza se tratara, de manera que los trozos obtenidos se parezcan a unos nachos. Después, forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado y distribuimos los nachos por encima lo más separados posible. Los pintamos ligeramente con aceite de oliva y espolvoreamos por encima ajo en polvo (opcional). Sólo nos queda meter la bandeja al horno y dejar que se tuesten entre 12 y 15 minutos, controlándolo siempre, no se vayan a quemar. 

Por último, sacamos nuestros nachos particulares del horno, los echamos en una fuente y repartimos la salsa boloñesa vegetal por el centro. Volvemos a meter al horno 5 minutos (más o menos) para que se temple la salsa con el calor residual y ¡A comer!

Las mermeladas de cebolla y pimiento del piquillo las usamos para mojar los nachos y alucinar con el contraste de sabores tan explosivo. 

También se puede espolvorear un poco de queso rallado por encima y dejar que se funda ligeramente. Nosotros preferimos, en esta ocasión, saborear bien las salsas y mermeladas que sacamos para dippear.